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La Bestia de Gévaudan

La Bestia de Gévaudan (en francésLa Bête du Gévaudanpronunciación en francés: /la bɛt dy ʒevodɑ̃/, en occitanoLa Bèstia de Gavaudan) es el nombre histórico atribuido a un críptido devorador de hombres, semejante a un loboperro o perro lobo, que asoló la región de Gévaudan, ubicada actualmente en el departamento francés de Lozèreregión de Occitania, en el sur de Francia, entre 1764 y 1767.3​ Los ataques, que cubrieron un área que se extiende desde 90 kilómetros x 80 (56 millas x 50), se dicen que habían sido cometidos por uno o varios animales que tenían formidables dientes e inmensas colas, según testigos contemporáneos.

El número de víctimas difiere según las fuentes. En 1987, un estudio estimó que habían ocurrido 210 ataques, resultando en 113 muertes y 49 heridos, 98 de las víctimas habían sido parcialmente devoradas.3​ Sin embargo, otras fuentes afirman que las víctimas mortales fueron entre 60 y 100 adultos y niños, así como contabilizaron más de 30 heridos.3

Las víctimas eran usualmente encontradas con sus gargantas destrozadas. La Bestia de Gévaudan superó rápidamente a todas las noticias de la época, al punto de que el Reino de Francia utilizó una cantidad considerable de mano de obra y dinero para cazar al animal, convocando la movilización de tropas reales, nobles, soldados y cazarrecompensas. Las hipótesis sobre la naturaleza de la bestia fueron varias, desde la de un lobo con anormales dimensiones, un animal exótico, un hombre lobo y hasta incluso un asesino en serie. También se barajó la idea de una bestia infernal o la de una criatura encargada de ejecutar un castigo divino a los pobladores.

Menos de un centenar de ataques equivalentes se dieron a lo largo de la historia de Francia, donde todas las regiones fueron infestadas por cerca de 20.000 lobos. El problema fue oportuno para la prensa posterior a la Guerra de los Siete Años: el Courrier d'Avignon a nivel local, La Gazette de France a nivel nacional y luego los periódicos internacionales, vieron la oportunidad de aprovecharse de este hecho para hacer una serie de artículos dramáticos sobre el tema durante varios meses.4

De 1764 a 1767, dos animales (uno identificado como un lobo grande y el otro como un cánido parecido a un lobo) fueron abatidos. El primero respectivamente fue fusilado por François Antoine, porta-arcabuz del Rey de Francia, en septiembre de 1765, en el dominio de la Real Abadía de Chazes. A partir de esta fecha, los periódicos y la corte del Rey se desinteresaron en Gévaudan y en las muertes atribuidas a la bestia y lamentadas anteriormente. El segundo animal fue abatido por Jean Chastel, vecino de La Besseyre-Saint-Mary, el 19 de junio de 1767. Según la tradición, el animal matado por Chastel habría sido la Bestia de Gévaudan, debido a que, después de ésta fecha, ninguna muerte ni ataque le fue atribuida.

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La Bestia de Gévaudan (en francésLa Bête du Gévaudanpronunciación en francés: /la bɛt dy ʒevodɑ̃/, en occitanoLa Bèstia de Gavaudan) es el nombre histórico atribuido a un críptido devorador de hombres, semejante a un loboperro o perro lobo, que asoló la región de Gévaudan, ubicada actualmente en el departamento francés de Lozèreregión de Occitania, en el sur de Francia, entre 1764 y 1767.3​ Los ataques, que cubrieron un área que se extiende desde 90 kilómetros x 80 (56 millas x 50), se dicen que habían sido cometidos por uno o varios animales que tenían formidables dientes e inmensas colas, según testigos contemporáneos.

El número de víctimas difiere según las fuentes. En 1987, un estudio estimó que habían ocurrido 210 ataques, resultando en 113 muertes y 49 heridos, 98 de las víctimas habían sido parcialmente devoradas.3​ Sin embargo, otras fuentes afirman que las víctimas mortales fueron entre 60 y 100 adultos y niños, así como contabilizaron más de 30 heridos.3

Las víctimas eran usualmente encontradas con sus gargantas destrozadas. La Bestia de Gévaudan superó rápidamente a todas las noticias de la época, al punto de que el Reino de Francia utilizó una cantidad considerable de mano de obra y dinero para cazar al animal, convocando la movilización de tropas reales, nobles, soldados y cazarrecompensas. Las hipótesis sobre la naturaleza de la bestia fueron varias, desde la de un lobo con anormales dimensiones, un animal exótico, un hombre lobo y hasta incluso un asesino en serie. También se barajó la idea de una bestia infernal o la de una criatura encargada de ejecutar un castigo divino a los pobladores.

Menos de un centenar de ataques equivalentes se dieron a lo largo de la historia de Francia, donde todas las regiones fueron infestadas por cerca de 20.000 lobos. El problema fue oportuno para la prensa posterior a la Guerra de los Siete Años: el Courrier d'Avignon a nivel local, La Gazette de France a nivel nacional y luego los periódicos internacionales, vieron la oportunidad de aprovecharse de este hecho para hacer una serie de artículos dramáticos sobre el tema durante varios meses.4

De 1764 a 1767, dos animales (uno identificado como un lobo grande y el otro como un cánido parecido a un lobo) fueron abatidos. El primero respectivamente fue fusilado por François Antoine, porta-arcabuz del Rey de Francia, en septiembre de 1765, en el dominio de la Real Abadía de Chazes. A partir de esta fecha, los periódicos y la corte del Rey se desinteresaron en Gévaudan y en las muertes atribuidas a la bestia y lamentadas anteriormente. El segundo animal fue abatido por Jean Chastel, vecino de La Besseyre-Saint-Mary, el 19 de junio de 1767. Según la tradición, el animal matado por Chastel habría sido la Bestia de Gévaudan, debido a que, después de ésta fecha, ninguna muerte ni ataque le fue atribuida.

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